Por Cindy, de www.theveilofchastity.com
Traducido por www.atitelodigolevantate.blogspot.com con permiso de la autora.
Nuestra historia de amor, segunda parte
La semana pasada, Anabelle compartió la primera parte denuestra historia de amor en su blog, “Written By The Finger of God” (“Escrito
por el dedo de Dios”). Pero mi esposo Gregg, pudo haberse sentido (y es
entendible) un poco dejado de lado porque la mayor parte de lo que compartí fue
sobre Dios y sobre mí. Mi deseo era glorificar a Dios, que es mi primer Amor.
Entonces toda la atención de la primera parte estuvo centrada en Dios y Su
sanación.
La segunda parte, sin embargo, se trata de nuestro noviazgo,
lo cual para mí, puede ser completamente apreciado a la luz de los detalles de
la primera parte. Entonces, si todavía no la has leído, regresa al blog de Anabelle primero y léela así conoces los detalles! La segunda parte es larga,
así que consíguete un buen café y algún snack!
Corre en dirección a Jesús
Cuando Gregg, mi esposo, se encuentra solteras católicas,
les dice: “corran en dirección a Jesús y luego miren quién está a su lado”.
Ambos creemos que ésta es la mejor manera de saber si un 'candidato' es aquél
que Dios desea para ti. Yo creo que esto es lo que nos sucedió a nosotros.
Ambos éramos miembros de un sitio católico online de citas, lo cual indicaba
nuestro deseo de conocer y casarnos con alguien que compartiera nuestra fe.
Participar de un sitio online de citas específico para católicos fue un método
de buscar entre quienes iban en dirección a Jesús.
El comienzo
Gregg me contactó en Agosto de 2001. Más tarde reveló que le
encantaba mi foto y mi descripción de perfil. También pensó que era grandioso
que yo fuera ingeniera mecánica involucrada en el diseño de un avión militar.
Él es un gran aficionado de la aviación, por lo cual esta parte de mi perfil lo
estaba intrigando.
En el transcurso de un par de semanas desde ese primer
email, ocurrieron los eventos trágicos del 11 de septiembre. Gregg, sabiendo
que yo vivía cerca del Pentágono y trabajaba para las fuerzas armadas, no sabía
si había resultado herida por los ataques terroristas. Afortunadamente, no lo
fui.
Tan pronto como el servicio telefónico retornó esa semana,
hablamos por teléfono por primera vez. Podía intuir que este chico era
diferente y tenía la sensación de que nuestro noviazgo también iba a ser
diferente… Y lo fue! Gregg me conquistó con muchísima valentía y
caballerosidad. Yo estaba sinceramente maravillada.
El noviazgo
Gregg voló de Virginia a Kansas cuatro meses después, en
Enero de 2002. Él, por supuesto, se alojó en un hotel. Tuve el sentimiento
después de nuestros 4 días juntos, de que esta relación iba a ser un éxito.
Los 4 meses entre nuestra primera conversación y nuestro
primer encuentro en persona nos dieron la oportunidad de conocernos el uno al
otro simplemente a través del diálogo. Hablábamos y hablábamos sobre todo (y
aún lo hacemos). Lo encontré a él interesante, inteligente, dulce, amable y muy
impactante!
Lo que más me impresionó fue la forma en que el me buscó y
me enamoró. Conservo souvenirs de nuestros encuentros que van desde cartas de
amor y mails hasta ositos de peluche y bijouterie. El collar que él me envió
para Navidad (aún antes de habernos conocido en persona) era hermoso: tenía un
diseño delicado como de rosario, con preciosas perlas pequeñas
grisáceas-azuladas y un colgante de la Virgen María, muy elegante. Me lo puse
en nuestro casamiento junto con un par de aritos haciendo juego que él había
hecho especialmente para mí.
Esos regalos fueron lindos y halagadores, pero lo que
realmente me impresionó fue su fuerte interés en mí y su disposición de salir
de sí mismo con el propósito de llegar a conocerme. Recuerda que nuestra
relación fue completamente a larga distancia. Sin embargo, él aceptó el
desafío. Estaba deseando probar que sería un excelente esposo, ¡y lo logró!
Por ejemplo, su casa estaba ubicada en un área con débil
señal de celular. Después de conocerme, él se subía en su auto y conducía ocho
kilómetros hasta una localidad con buena señal. Sólo lo hacía para poder
conversar conmigo después de trabajar. Esto para mí fue un fuerte indicio de
que él no era alguien vago o egoísta.
La conquista
Su galantería y conquista fueron diferentes de todo lo que
había experimentado en mi vida. Tuve otros novios y muchísimas citas, pero
todos esos chicos (a los que llamo cariñosamente mis “estúpidos ex novios”,
jaja) fueron débiles e inconstantes en su conquista. Tengo más historias sobre
ellos para entretenerte en mi libro, pero basta con decir que sus esfuerzos
fueron débiles (¡Benditos sus pobres pequeños corazones cegados por el Velo!).
Gregg, en cambio, intentaba acercarme hacia su corazón y
hacia su vida. Inmediatamente después de nuestro primer encuentro, él me invitó
a su ciudad natal para conocer su familia y amigos. Para cuando llegué, en la
fiesta de San Valentín del año 2002, su familia y amigos sabían todo sobre mí e
hicieron todo lo que estaba a su alcance para recibirme y hacerme saber que
Gregg estaba perdidamente enamorado de mí. Al igual que él, su familia y amigos
eran (y son) ¡grandiosos!
Aquella vez fue un fin de semana romántico, que incluyó:
Misa, por supuesto, una fiesta brindada por sus amigos y un show de su banda de
rock, de la que participa part-time. Sí, Gregg no sólo estaba involucrado en su
fe, era dulce, amable e interesante, trabajaba y tenía su casa, él era además
un talentoso músico. Yo tenía que pellizcarme a mí misma. Estaba cautivada.
La atracción de la Castidad
Gregg sabía, a partir de mi perfil, que yo era diferente. Mi
perfil decía que yo enseñaba en un séptimo grado Catecismo y Castidad. Oh, ¿No
mencioné nada acerca de nuestra atracción física? Basta con decir que era (y
aún es) muuuy fuerte. Ambos sabíamos que esta atracción física necesitaría la
ayuda de la virtud de la castidad. Si le preguntas a Gregg, ésta fue una mayor
atracción para él. Ninguna otra chica de las que él había conocido tenía este
compromiso con nuestro Señor, o con el esperar a casarse. Él sabía que había
encontrado algo especial en mí y tenía gran motivación para ganarme. ¡Y así lo
hizo!
El compromiso y la boda
Estamos comprometidos! |
Veamos, al momento de mi visita del día de San Valentín
habíamos estado hablando por teléfono diariamente y “te quiero” había sido
dicho. Él volvió a visitarme al comienzo del mes de abril y conoció a mi
familia. Lo adoraron y él inmediatamente los amó.
Comenzamos a hablar sobre casamiento y “anillos” de
compromiso (una historia para otro momento). El quería conocer mis gustos de color,
quilates, tipo de anillo ¡Dios mío!, este maravilloso hombre estaba planeando
proponerme matrimonio! Yo realmente no tenía ningún requerimiento importante
para el anillo de compromiso, a la luz de tan maravilloso hecho. Pero él
deseaba saber, pensando en hacerme feliz. Otro muy buen signo de un hombre muy
bueno y considerado.
Lo visité de nuevo el 2 de mayo y me propuso casamiento. Ah,
y sí, el anillo era perfecto y deslumbrante. Comenzamos los preparativos y nos
casamos el 19 de octubre de 2002.
Más allá de mis sueños y esperanzas
Tú puedes decir mucho sobre un hombre simplemente con
observarlo en la etapa de noviazgo. ¿Por qué esto es importante? Yo pienso que
es importante porque hay muchas mujeres que están decepcionadas con sus
esposos. Me pregunto, qué podrían haber visto en la etapa de noviazgo que
podría haber sido una advertencia para ellas sobre lo qué esperar en el
matrimonio?
Un hombre atento en el noviazgo, será un hombre atento en el
matrimonio. Un hombre sacrificado y generoso en el noviazgo, será un hombre
sacrificado y generoso en el matrimonio. Un hombre profundamente dedicado al
Señor y a su fe en el noviazgo será lo mismo en el matrimonio. Y así
sucesivamente. El carácter de un hombre muy rara vez cambia, por eso es sabio
prestar atención a su carácter durante la etapa de noviazgo.
Te daré 2 ejemplos del carácter de Gregg, ambos sucedieron
en las últimas 48 horas. Ayer (mientras escribía esto) fue Primer Viernes de
mes (dedicado al Sagrado Corazón de Jesús) y nuestra parroquia realiza
Adoración Eucarística. Era nuestro día libre de trabajo, entonces planeé de ir
y adorar a nuestro Señor por una hora. Le pregunté a Gregg si quería venir
conmigo, pero él me dijo: “Me encantaría pero tengo tareas asignadas durante el
franco y necesito terminarlas”. Entonces, me dirigí felizmente hacia la
parroquia por mi cuenta. Mientras estaba adorando a mi Señor, Gregg entró y se
unió a mí. Me sentí como la chica más afortunada del mundo.
El segundo ejemplo sucedió justo unos momentos antes. Hoy es
sábado (mientras escribo esto) y Gregg tuvo que llevar un encargo a unas 2
horas de nuestro hogar. Él estaba algo cerca de la casa de mi mamá, entonces la
llamó y llevó a ella y a mi hermana a almorzar. Hay muchas maneras que él
podría haber pasado su sábado, pero eligió pasarlo con mi mamá y mi hermana
(que también son maravillosas).
Gregg mostró los mismos rasgos de carácter durante la etapa
de noviazgo. Tú me entiendes lo que te quiero decir: Mantén tus ojos abiertos
antes de casarte.
La sanación
“El Espíritu Santo constantemente realiza este trabajo en lo
más íntimo de nuestro ser, con mucha sutileza y la delicadeza de un arte
completamente divino.” San Bernardo de Clairval
En la primera parte hablé acerca de la sanación que
comprendió la etapa antes de conocer a Gregg. Hoy día, junto con los
Sacramentos, Dios continúa sanándome a través de lo que creo, es un método muy
efectivo: nuestra familia. Creo que el amor de mi esposo me sana. Ser madre me
sana de la forma que sólo un hijo puede hacerlo.
Nuestra historia de amor no estaría completa sin
relacionarla con La Castidad: La Castidad no sólo evita que nos dañemos
espiritual, emocional y físicamente, sino que es también crítica en nuestra
sanación después de casarnos. El abrazo conyugal, cuando estamos abiertos a la
vida, es sanador. ¿No es loco y hermoso? ¡Dios es un genio!
Y por supuesto, yo creo que la castidad lleva al buen fruto
de la superabundancia. Este buen fruto incluye hijos y muchos otros deseos
humanos comunes como fidelidad, admiración, libertad, seguridad, paz, compasión
y protección. El Catecismo nos enseña además que en el caso del matrimonio, la
práctica de la castidad (permaneciendo abiertos a la vida) naturalmente conduce
a la paciencia, templanza, prudencia, honestidad y confianza. Estos buenos
frutos no pueden sino ayudarnos y sanarnos.
No estoy diciendo que la castidad te garantice convertirte
en esposa y madre. Pero, creo firmemente que el Señor desea sanarte. Trabaja
con Él y deja que el Espíritu Santo, con la maravillosa sutileza y delicadeza
de Su enteramente arte divino, te sane. Él puede sorprenderte más allá de tus
sueños y esperanzas. Rezo para que Él lo haga.
¡Dios te bendiga!
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